En general, los aerogeneradores modernos de eje horizontal son diseñados para trabajar con velocidades promedio del viento que varían entre 3 y 24 m/s. La primera es la llamada velocidad de conexión y la segunda la velocidad de corte. Básicamente, el aerogenerador comienza produciendo energía eléctrica cuando la velocidad del viento supera la velocidad de conexión y, a medida que la velocidad del viento aumenta, la potencia generada es mayor, siguiendo la llamada curva de potencia.
Asimismo, es necesario un sistema de control de las velocidades de rotación para que, en caso de vientos excesivamente fuertes, que podrían poner en peligro la instalación, haga girar a las palas de la hélice de tal forma que éstas presenten la mínima oposición al viento, con lo que la hélice se detendría.
¿Pero que pasa cuando no funcionan los sistemas de control de las velocidades de rotación (entre nosotros: los frenos)?
No hay comentarios:
Publicar un comentario