AÑOS 90, LOS VIAJES Y EL CACHONDEO...
¡Ay, los festivales, qué lugares!. Todos iguales, todos diferentes...Al fin y al cabo se trata de juntar varios grupos para tocar un mismo día en uno o varios escenarios y a un precio supuestamente razonable. Hay para todos los gustos, estilos, edades y bolsillos. Los hay de un día, otros duran varios, urbanos y camperos, nostálgicos del pasado y otros que apuestan por las novedades. Hoy en día cada provincia en España tiene varios festivales a lo largo del año, por lo que la oferta es inmensa y variada (hace años ésto no era así). Yo sólo voy a hablar de aquéllos a los que he asistido. Y por supuesto, por cuestiones de tiempo y espacio no puedo hablar de todos los grupos (tanto nacionales como internacionales) a los que he visto en directo, pero sí destacaré aquellos con los que más disfruté.
Y vaya por delante dejar claro que prefiero mil veces ver a un grupo en directo en una sala pequeña con doscientas personas, que los festivales con aglomeraciones multitudinarias y asfixiantes. Pero si estás ávido de electricidad en directo, es una forma extraordinaria de conocer grupos, verlos uno tras otro en poco tiempo, y sobre todo de ver a algunos por los que de otra forma no verías, porque no pagarías la entrada por verlos de manera independiente. Y los festivales no son sólo los grupos que tocan, sino muchas cosas más alrededor del mismo y que pueden hacer que la experiencia (y el recuerdo por tanto) sea mucho mejor (o no) al margen del puramente musical. No sólo hablo de las instalaciones, la organización, las bandas, el sonido, el precio de la entrada, sino de la comida, el público, el tiempo meteorológico, el paisaje o incluso del mismo pueblo o ciudad donde se celebre el evento.
Mi andadura festivalera comenzó en el año 1994 cuando los Supersuckers vinieron al 6º Espárrago Rock de Granada. Ellos fueron el cebo que nos hizo picar por 2.700 cochinas pesetas. Por aquel entonces, su primer disco "The Smoke of Hell" me parecía algo brutal, desmesurado, un disco extraordinario (y sigo pensándolo). Allí estaban además Deltonos, Kojón Prieto y The Pogues. Nos gustó tanto la experiencia, que los dos años siguientes repetimos en la 7ª y 8ª edición, y pudimos disfrutar de El Inquilino Comunista, La Banda Trapera del Río, Henry Rollins, Sex Museum, Cerebros Exprimidos, Moe Tucker y los increíbles Sonic Youth. En esa última edición de 1996 las cosas empezaron a cambiar, abriéndose el festival a otras músicas más eclécticas (menos rock) y ampliando público y horizontes...Fue grande pero se vino abajo él solito, digamos se perroflauteó -si se me permite la expresión-. Recuerdo la belleza de la ciudad, sus generosas tapas, sus teterías, y Sierra Nevada al fondo, toda blanca...
Con el Festimad de Mostoles del año 96 no consigo saber qué grupo o grupos fueron los que nos animaron a asistir. Entre los que tocaron ahora mismo sólo destacaría The Posies, que con su "Amazing Disgrace" me tenían hipnotizado. Recuerdo los conciertos de Rage Against The Machine, Cypress Hill o Rancid pero sin nigún entusiasmo. Y las cabinas de WC que apestaban...Quiso convertirse en EL FESTIVAL de la capital, pero no llegó...
Un año antes, habíamos asistido al
Festival Serie B de Pradejón (La Rioja) uno de los mejores en los que he estado, si hablo de calidad de cartel. Sólo fui dos años (95 y 96) pero siempre se ha destacado por su coherencia en la elección de las bandas. Allí vi a Doctor Explosión por primera vez, con Jorge tocando desnudo sólo con una capa. Y a grandes bandas como Señor No, La Ruta, The Posies (de nuevo), Arthur Lee and Love, Berracos, Soul Bisontes, Luna, Grant Hart, Mark Eitzel, DM3, Los Flechazos, Hector Peñalosa y un largo etc. Recuerdo el calor desértico del 95, cazar moscas -por decenas- con un vaso de plástico, y la esplanada donde no había forma de clavar las tiendas de campaña...Se celebraba en una sala de fiestas (interior), luego el festival pasó a la cercana Calahorra, pero como he dicho, ya no fui más años, y no sería por falta de ganas. Allí conocí, a los desde entonces mis hermanos, Antonio y Gerardo de
Los Chicos.
En 1997 vino a Villalba (Madrid) el
Aterrizaje Pop, en el campo de fútbol municipal, para celebrar las fiestas patronales de Julio, un evento nunca más repetido, y con un cartel un tanto insulso: Dover, Mercromina, El Niño Gusano, y entre los que destacaban Doctor Explosión (sí, otra vez) que me imagino serían la razón por la que estuve allí.
Entre los años 1998 y 2000 asistí 3 veces consecutivas al
Morcilla Rock de Villarcayo (Burgos), ediciones 3ª, 4ª y 5ª; precisamente los tres años en que que tuvieron mejor cartel, aunque las bandas de las que se servían repetían año tras año; era un poco endogámico, y eso sí, festival guarrete, punk y sucio donde los haya. Conciertos al aire libre, en una esplanada inmensa (en el 98 se celebró en el patio de una antiguo colegio abandonado), música hasta el amanecer, sonido atronador, no había dios que pudiera dormir allí. Eso sí, el pueblo tiene un río cojonudo donde te puedes bañar y una esplanada de hierba natural donde echar un partidito, que son de envidiar...Especialmente recuerdo el viaje en que fuimos 10 tíos apretujados en una furgoneta...Allí estaban NCC, Señor No, Discípulos de Dionisos, Vincent Von Reverb, La Secta, Safety Pins, Hot Dogs, Los Perros y Los Pleasure Fuckers entre otros. Todo producto nacional. Lo pasamos realmente bien. Te pedían 500 pesetas...morcilla incluida !
Y para acabar con esta primera parte festivalera, quiero nombrar el Surf, Trash & Destroy Festival celebrado en la sala Jam de Bergara (Guipúzcoa), no recuerdo el año...aunque debería ser a finales del siglo pasado. Se celebraba el 10º aniversario de la tienda de discos Bloody Mary, de Irún (así lo pone en la entrada).
Y para la ocasión juntó a más de una docena de bandas que se pusieron las bermudas, y se transformaron en surfers...mucho rocanrol es lo que hubo. NCC, Señor No, Vincent Von Reverb, Benditos, Safety Pins, Teen Dogs, etc. Viaje inolvidable, así como los pintxos del Bar Infierno, y la casa inclinada donde ¿dormimos? aquel día...
Gran festival, grandes músicos y muy buena organización. Y es que todo lo que toca Bloody Mary tiene calidad y un toque muy personal.
Continuará...