(14-16 años)
Siguiendo donde nos quedamos en el capítulo anterior, yo no puedo decir -como algunos- que mis padres o hermanos mayores tenían una inmensa colección de vinilos de Bob Dylan, Stones, Beatles, The Who, Sly Stone o tropecientos álbumes de variados bluesmen del delta del Mississippi...no. Mi casa estaba llena de cintas de Perales, Raphael, Julio Iglesias, Mocedades y Camilo Sesto. Así, como os lo cuento. Soy el mayor de mis hermanos, y a mí me llamó el Señor para abrir el camino del rock'n'roll en el hogar de los Lokesea. Eso sí, me costó un par de años porque las fuentes de las que bebí no fueron las correctas.
Pasada la niñez y esa pubertad tonta, la música ya formaba parte de mi vida. Mi cuerpo pedía marcha, pero los 40 Principales (de ahora en adelante, Los 40 Impresentables, los 40 Indeseables, etc) se cruzaron en mi camino, me imagino que recomendados por algún primo desviado o algún tipejo del colegio. Y así, entre Fernandiscos, Luquis y demás asistí a mi primer concierto en vivo; sí, sí un concierto...pero a lo grande, en la plaza de toros de Las Ventas, con 20.000 personas más!! Para ver a la sin igual (antes-de-convertirse-en-yonki) Whitney Houston. Sí, señor, mi mente no ha retenido en la memoria ni un solo instante de aquel evento, pero allí estuve yo.
En el apartado de los conciertos, después me enmendé un poco, y me fui a ver a Los Elegantes y Seguridad Social, a The Cure (de nuevo en Las Ventas), y posteriormente a Duncan Dhu, que llevaban por teloneros a They Might Be Giants (y aquello sí que quedó retenido en la retina). Empezó a picarme el gusanillo. ¿Cómo dos tipos con una guitarra y un acordeón podían molar tanto?. Tenían un nombre extraño, hacían música 'rara' y además eran de NYC, y eso lo hacía más atractivo...
Y sí, yo también me compré el "Joshua Tree" de U2, el (insufrible) "Alchemy" de los Dire Straits y unos cuantos más vinilos, que en aquel momento eran la repanocha. Había que estar en la onda, y decías que te gustaban cosas que realmente te daban igual. Imitabas a tus amigos, decías ser fan total de tal o cual cantante (por una sola canción), y la falta de personalidad propia era la tónica diaria.
Realmente fueron un par de años de absorción total (efecto esponja) donde escuchaba de todo, y nada me llenaba, y donde relacionaba que los mejores eran los que más se escuchaban. El intercambio de cintas era constante. Hasta que un compañero de clase, uno de esos 'elegidos' se cruzó en mi camino. Unos de esos chicos que fumaban desde que se levantaban hasta la noche, y al que le pedí me grabara el "Love Sexy" de Prince. Y como sobraban unos minutos en el cassette, me incluyó una extraña canción que se llamaba "Where is my mind?" de The Pixies. Ahí fue donde, al escucharla, todo cambió y me hice mayor de golpe. A partir de ahí, llegó el punk y mi introducción en el mercado minoritario.
4 comentarios:
Pt. III ya, por favor...
Gran entrada! Queremos la próxima entrada ya!
Lokesea, me gusta tu historia, me recuerda a la mia (salvando las distancias, tu eres un erudito yo un escuchador), pero aunque no escucho los 40 desde hace ya media vida es lo que habia y de ellos, la musica que escuchaban los que nos rodeaban, la que nos impusieron, la que buscamos, la que nos rozaba el oido,y ... lakesea; fue nustro razonamiento abductivo el que nos derivó. Quizás los 40 te ayudaron a encontrar tu camino...y si, mi impresión al escuchar por primera vez "Where is my mind?" fue de extrañeza, después de curiosdad. También me la grabaron en una cinta, en la cara b, y si, también me cambió. !¿Quien te la grabó?!.
Quizá me expliqué mal, no me gustan los 40 AHORA (en mi madurez), pero en aquellos días eran (como tú bien dices) lo que había, y eran nuestra ventana al mundo musical. Efectivamente gracias a ellos pude elegir y quedarme con "ésa otra música". Yo también soy un escuchador, y quien me grabó a los Pixies fue Quique G.T, ok? Saludos y gracias por seguirnos.
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