Para empezar, indiscutiblemente es su mejor portada (dejando a un lado la banana de "The Velvet Underground and Nico"-1967-, y las insulsas carátulas de "White Light, white heat"-1968- y "Loaded" -1970-, donde un blanco y negro difuminado muestra a los miembros del grupo (ya sin Cale y su viola). Musicalmente el disco es diferente a los dos anteriores, más reposado, armonioso, más folk, más "dulce" si se me permite la expresión.
Tenemos esa dulzura en canciones como "Candy Says", "Pale Blue Eyes" o "Jesus" donde las cuerdas de la guitarra se rasgan con una suavidad inusitada en los discos anteriores. El lado folky lo marcan "That's the Story of my Life" y "Some Kinda Love". Luego topamos con la inmensidad de melocotonazos como "I'm Set Free", "What Goes On" o "Afterhours". No hay punto débil, no hay oveja negra en el álbum, ni siquiera la chirriante y extravagante "The Murder Mystery" y sus 9 psicotrópicos minutos.
Pero lo que más me maravilla de este disco es que no parece que el tiempo haya pasado por él; suena totalmente actual (y eso que han pasado más de 40 años). ¿Cuántos grupos de hoy en día hacen -o les gustaría hacer- esta musica y pasar por los nuevos salvadores del rock?. Una cosa es cierta, si ha habido un grupo adelantado a su época, sin duda fueron The Velvet Underground. Grupos como Yo La Tengo tendrían que estar agradecidos eternamente a Lou Reed y Cia, pues la mitad de su discografía ¿y quizá su existencia? se la deben a ellos...
Lectura recomendada, "Up Tight: The Velvet Underground Story", de Victor Bockris y Gerard Malanga, publicado en España inicialmente por Editorial La Máscara con el título Velvet Underground Noise Rock, y recientemente por Discos Crudos con el título original. Y por supuesto, "Feed-back, The VU: legend, truth" de Ignacio Julià.
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